Si se trata de las cosas de cocina, un lugar muy importante para mí lo ocupa
Coquinaria. Dos años atrás comencé a participar en este foro de cocina italiana. Para practicar el idioma y conocer más sobre la cocina de aquel país. Pero no sólo de pan se vive, y aquí se habla de muchas cosas más. Así, entre las emociones más variadas, aprendí y sigo aprendiendo sobre infinidad de temas. A esto se agrega la inmensa fortuna de haber encontrado allí excelentes amigos. La cocina es nuestro punto de encuentro, partida y llegada de tantas charlas.
Allí puedo hacer real el deseo de aprender al menos una cosa nueva cada día. Como un par de días atrás, que descubrí que el aguaribay es el árbol de la pimienta rosa. Y el mismo día me encontré por primera vez con la poesía de José Hierro. Son destellos, más o menos intensos, que dan vida a cada día.
De Coquinaria tomo tantísimas ideas para la cocina, así que seguramente la citaré a menudo. Cuando reproduzco una receta de alguien que conozco, esa persona me hace compañía. Y después de todo, a quién no le gusta cocinar entre amigos?