Siempre he dicho que la
Navidad en este hemisferio la tendríamos que festejar en junio o julio, cuando hace frío. Para que los platos tradicionales altamente calóricos estén de acuerdo con las temperaturas de la estación. Pero hay una razón más profunda. Simbólicamente tiene más sentido relacionar esa fiesta religiosa con el paso del
solsticio de invierno. Superado el día más corto del año, regresa el sol con los días más largos y así también la esperanza en un nuevo ciclo, en un nuevo comienzo, en el renacer en una nueva vida.
Pensando en esto, y mientras nos acercamos al día más corto del año en un país perdido en las tinieblas, quisiera preparar para amigos y familia todas esas cosas que asociamos con el período navideño, hornear panes dulces y galletas, comer turrones y garrapiñadas... Para llenarlos de esperanza (y calorías :D), para convencerlos y convencerme que después de los días de oscuridad llega siempre la luz.
Hoy elegí para compartir unas galletas navideñas típicas alemanas, los
Makronen. Probé una versión con nueces, del campito claro y usé claras que tenía congeladas. La receta es perfectible, ya habrá tiempo para experimentar.
NUSSMAKRONEN
200 g claras
pizca de cremor tártaro
90 g azúcar impalpable
1 cda. jugo de limón
200 g nueces
80 g azúcar
obleas
Se baten las claras con el cremor tártaro hasta que estén firmes. Se agregan, mientras se sigue batiendo, el azúcar impalpable y el jugo de limón.
Las nueces ligeramente tostadas (yo uso el microondas para tostarlas) se procesan con el azúcar correspondiente hasta que estén bien molidas. Esta "harina" se mezcla delicadamente con el batido de claras. Se coloca en una manga y se forman montoncitos sobre las obleas ubicadas en una placa para horno. El tamaño ideal de las obleas es de aproximadamente 5 cm. de diámetro. Si no se dispone de ellas se pueden hornear sobre Silpat, aunque no es óptimo porque algo se pega, o sobre papel manteca.
Sobre cada montoncito se coloca una almendra o avellana o un trocito de nuez.
Horno 160°C por una hora y media aproximadamente. Yo los hornée más para que quedaran más sequitos tipo merengues y a una temperatura un poco más baja, pero se aplastaron un poco. Sería mejor ponerlos los primeros minutos en un horno más caliente, digamos 170°C, y después terminar la cocción a una temperatura inferior, prolongando según cuan secos los queramos. Lo ideal es que adentro queden blanditos y crocantes por fuera.
Otra modificación a probar es hacer un almíbar con el azúcar que se debe añadir a las claras.
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