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pasticcini di mandorle. En definitiva son como unos
mazapanes, con cáscara de naranja abrillantada reducida en pasta. Hace meses me había enamorado de las
masitas de almendras que había visto en una foto. La
receta correspondiente partía de la harina de almendras. Pero como no es fácil encontrar ese producto aquí, y reducir a harina las hermosas almendras que encuentro me da un poco de pena, no se me ocurrió mejor idea que hacerlas con mazapán.
Del dicho al hecho hay poco trecho, dicen. No se aplica a mí ese dicho. El trecho en mi caso suele ser largo. Por ahora la memoria me acompaña afortunadamente. Y el domingo pasado, primer
domingo de Adviento, después de siete meses de haber visto la foto, inspirada a inaugurar la temporada navideña por el
juego de Noema, y atacada levemente de fiebre galleteril, llegó la hora de ver pasar por mi cocina estas masitas.
En casa en realidad no ha existido nunca tradición de hornear galletas para la época de Navidad. Mamá solía preparar, eso sí, pan dulce (tipo panettone) y pan de jengibre, justo antes de partir de viaje hacia lo de mis abuelos, en Mendoza. Se pasaba la noche sin dormir prácticamente, para usar el horno en las horas de menos calor. Era uno de los pocos casos en que se le levantaba el veto al horno en la época de verano.
Aunque sea fuera de estación, me gusta la idea de hornear galletas y es una tradición que me gustaría adoptar. Claro que me parece más adecuada a la época de invierno.
Como decía hace tiempo, tendríamos que festejar Navidad en junio acá. :P Los que habitamos el hemisferio sur deberíamos adaptar nuestros menúes de acuerdo a las temperaturas de estas latitudes. Es un poco difícil, habiendo tenido una gruesa inmigración de origen europeo, abandonar las tradiciones invernales y de alto contenido calórico. Pero es una tendencia que se viene viendo cada vez más en los últimos años, y me alegra porque es una locura llenarse de turrones cuando hacen 40°C. Este sin embargo no es un buen ejemplo. Todos tenemos derecho a la contradicción.
MASITAS DE MAZAPÁN
180 g mazapán (pasta de almendras al 57%)
25 g cáscara de naranja abrillantada
45 g clara de huevo (puede ser un poco más)
1 cdta. grand marnier u otro licor destilado de naranja
5 cerezas en almíbar para decorar
Reducir a una pasta la cáscara de naranja. Yo usé una miniprocesadora, pero quien guste de los métodos más artesanales y manuales puede probar de hacerlo en el mortero. Agregué el licor para facilitar el procesado. Por otro lado trabajé un poco con las manos la pasta de almendras hasta ablandarla y le agregué las claras. Con una batidora seguí trabajando hasta que quedó una masa homogénea. Agregué la pasta de cáscara de naranja y continué mezclando. Debe quedar una masa blanda, si es necesario se agregan más claras. Puse la masa en una manga de repostería y formé las masitas sobre papel manteca. Decoré con pedacitos de cerezas en almíbar. Dejé reposar durante toda la noche en la heladera. Horno 160°C hasta que se doren (10-15 minutos). Deben quedar sequitas por fuera, blandas por dentro.
Salen unas 40 masitas de 2 cm de diámetro. El resultado una vez horneadas:
Etiquetas: Galletas, Navidad