Adoro los churros... Es una de esas buenas tradiciones heredadas de España. El chocolate con churros. O simplemente los churros.
Desde chica los asocio con la feria semanal. Un pequeño mercado con diversos puestos que se realiza en una de las calles laterales a la de casa todos los martes. Puestos de verduras y frutas, pero también pescadería, churrería, panes y fiambres, quesos y frutas secas. Allí íbamos con mamá a hacer las compras de verduras y frutas. Y cada tanto, no siempre, comprábamos un paquete de churros calientes. Una docena o menos, que el puestero cortaba de la gran espiral de masa delante de nuestros ojos, la yapa, una espolvoreada abundante de azúcar, envolvía con papel, un poquito más de azúcar y a comer! Esa sensación de los dedos y el contorno de la boca ligeramente engrasados y con algunos granitos de azúcar la entiende quien ha comido churros así...
Pocas veces los hemos hecho en casa. Hay que tener una olla capiente para freír por una lado. Y una buena cantidad de comensales o mucho hambre de churros para que valga la pena.
Pero recuerdo de esas preparaciones que la masa es tipo choux, consistente. Y la parte más divertida es pasarla por la churrera con la boquilla en forma de estrella para que caiga en el aceite caliente.
Alguna vez, muchos años atrás, nos juntamos con los compañeros de la facultad a hacer chocolate con churros en la casa de uno de ellos. Debíamos ser una veintena, por supuesto no cabíamos todos en la cocina. Pero como nos divertimos! Lo que no recuerdo es quién limpió el desastre que quedó...
(17.05.08) Para quien quiera ver a
don Jesús Antonio, el churrero de la feria franca, agrego el link.
(02.06.08) Agrego el link a la
receta de Cibercuoca.
(28.10.09) Y los que come Noema
en Berlín.
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