Estos últimos días ha estado nublado, un gris acompañado por una lluvia mansa, con pocos momentos de chaparrones más intensos. Días refrescantes, en los que tímidamente aparecía el sol secundando incluso el agua. He tenido respiro del regado continuo de macetas y las plantas demuestran haber disfrutado la humedad natural.
Las flores de
girasol ya se han secado, y entre los granos de
escaña cultivada,
Einkorn o engrain (
Triticum monoccocum) que había puesto en la misma maceta, descubro que hay una espiga... La primera, esperemos. Pero se parece más a las de espelta. Se habrán mezclado las semillas? Poco probable, si salen más espigas me enteraré.
Aprovechando los días frescos he transplantado algunos ajíes a macetas más grandes. Los pimientos acampanados, variedad de
Capsicum baccatum, ya tienen sus frutos. El chile de árbol (
Capsicum annuum) florece generosamente, pero todavía no veo frutos. Y ha comenzado a florecer también el Nuevo México (otra variedad de
Capsicum annuum). Aprendo del artículo de
Katzer sobre los chiles, que hay cinco especies cultivadas de pimientos. La más extendida en el mundo,
C. annuum. Hay también según dicen unas veinte especies silvestres. Papá me contaba que don Campos solía juntar ajíes silvestres. Yo nunca los he visto en las sierras.
Sigo cosechando
zanahorias y he cortado la primera berenjenita. Los tomates tienen alguna peste, no marchan bien y se les están secando las hojas. La tuna o chumbera ha echado dos hojas nuevas que han crecido rápidamente.
Hoy ha salido nuevamente el sol.
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